Amante de la alta gastronomía, retratista crítico del estado burgués y discípulo del talento hitchcockniano, el cineasta francés dejó una huella cultural que conmocionó a la sociedad francesa; la misma que le sirvió de modelo y escaparate y cuyo fino análisis "era comparable al de Balzac", en palabras del presidente Sarkozy.
El adios a Rohmer (el pasado 11 de Enero) y Chabrol deja a pocos autores activos al frente del legado de la ola. Octogenarios, Jacques Rivette, Jean Luc-Godard y Agnès Varda ("abuela" del movimiento y representante de su faceta políticamente radicalizada) siguen ejerciendo de forma puntual su labor tras las cámaras.
Nuestro homenaje al genio (francés) del cine negro se concreta en este análisis que realiza la revista de su última película estrenada en España en 2007. Una chica cortada en dos (La fille coupée en deux) recibió en la cartelera nacional críticas bastante tibias pero, no obstante, retoma los elementos artísticos del mejor Chabrol.
José Ignacio Nogueira García.