miércoles, 17 de noviembre de 2010

Entrevista a Gloria Fernández y Enrique Garcelán (II).

Capítulo 2: Ciclo Asia Fantástica.

¿Qué nos ofrece Oldboy (Park Chan-Woo, 2003) para que siga siendo referencia cumbre del cine oriental a nivel internacional?

G.F.: Bueno, a Oldboy lo que le pasó es que en su estreno pasó desapercibida y luego se fue generando una especie de rumor, de boca-a-boca. Oldboy ahora mismo está descatalogada, quizás en webs especializadas. Cuando se estrenó pasó desapercibida pero comenzó a nacer una leyenda. De repente, se presenta en Cannes y...rompe moldes. Era algo muy novedoso, totalmente rompedor. Algo que no estábamos acostumbrados a ver. Por aquel entonces, estaba Kim Ki-Duk (2000) con La isla y estaba aún haciendo de las suyas...pero aparte de que su estética sea impactante, aparte de que la historia sea original; es buen cine, es cine del bueno. Para nosotros sigue siendo una obra maestra.
E.G.: Independientemente de que sea asiática o no. Independientemente de su nacionalidad. Cuando Park Chan-Woo vino a Barcelona a estrenar la película, aunque ya estaba en DVD, a un festival de cine asiático y vimos la recepción que tuvo en la gente, un público que salía entusiasmado diciendo “¡Qué peliculón!”. Entonces fue cuando nos dimos cuenta de que algo estaba cambiando. Es una leyenda.
G.F.: Y pensamos que sería un colofón perfecto para el ciclo.

Sin perder esta línea, me gustaría que nos aclaraseis porqué funciona este título de forma tan individual, cuando realmente forma parte de una “trilogía de la venganza” consagrada en Asia.

G.F.:Bueno esto surge de la intención del director de realizar una película que muy poca gente conoce, pero que también tiene una narración maravillosa. Se llama Simpathy for Mr. Vegeance, una cinta que realizó tres o cuatro años antes de Oldboy (la primera entrega se estrenó en 2002). Y las dos presentan un argumento, que se gobierna por la venganza. Pero esa no era la idea original de Chan-Woo, no tenía pensado un tríptico; cuando la crítica empezó a descubrir al director y a investigar qué es lo que había hecho antes, él se dió cuenta de que faltaba un broche de oro, un cierre para la trilogía. Todo esto lo digo porque tuvimos oportunidad de charlar con él y entrevistarle, nos lo dijo personalmente (risas). Pero él sabía que las dos primeras entregas de su trilogía eran muy negras, conceden muy poco espacio a la esperanza y a la redención, son bastante crudas. Y él se estaba cansando, sinceramente, de esa dureza, de esa oscuridad. Y decidió hacer una tercera parte (Simpathy for lady Vengeance, 2005), dónde aparecían personajes que ya salían en los dos títulos precedentes. Decidió hacer una película dónde hubiera un poquito de optimismo, dónde la venganza se abriera a la redención. Quería cerrar el círculo. Pero realmente no se concebía como una trilogía.

Pero además de obras universales como ésta, Asia nos ofrece, también, títulos como ZsaZsa Zaturnnah Ze Moveeh* (Joel Lamangan, Filipinas, 2006) o Anniyan** (S. Shankar, India, 2005) -ambas programadas en el ciclo de Asia 100% fantástica-..¿pueden convertirse las diferencias culturales en obstáculos a la hora de valorar películas de una fuerza visual tan impactante como éstas?

E.G.: Bueno, lo bonito, yo creo que es el hecho de que a pesar de las fronteras culturales que van a condicionar al espectador durante la película, la gente se de cuenta de que no son tantas las diferencias y que, honestamente, subyace un trasfondo universal. La gente, cuando las está viendo, se da cuenta de que existen diferentes formas de narrar, que tienen un pulso visual único y que emplean elementos desconocidos para el espectador medio. Cuando aprendes a ver este tipo de películas, aprendes herramientas que tú también puedes utilizar. De todas maneras existen trabas que son difíciles de superar; por ejemplo, el cine que viene de la India, que la mayoría son musicales...A muchos espectadores, de entrada, ya les choca. En un país como España, que no recibe bien el género musical, es muy difícil. Pero si nos dejamos seducir...
G.F.: ...Sí, entrar en el juego que te propone, si conseguimos dejar de un lado las desigualdades culturales, nos encontramos con una serie de temas como son el odio, la venganza o el amor. Temas universales, igualmente válidos tanto en Oriente como Occidente. Pero es difícil...en mitad de una peli de terror y se ponen a bailar, te preguntas: ¿pero esto qué es? (risas).
E.G.: Pero es así, en la India la música es un pilar cultural. Si eres capaz de escucharles y olvidarte de que están bailando, te das cuenta de que te dicen cosas. Vale sí, están editando un videoclip pero también te están diciendo contando historias importantes para la película. La clave es dejarte llevar.

Además del ciclo que organizáis, encontramos títulos orientales de renombre en la sección oficial del festival...

E.G.: Sí, la verdad es que el fantástico viene apostando, desde bastante tiempo atrás, por el cine asiático, y es fundamental. Porque el imaginario fantástico que viene de allí es muy rico y cualquier festival que pretenda difundir este género debe mirar a tierras orientales.

Así, Fancine presenta este año cintas como The Neighbour Zombie (Oh Young-doo, Ryu Hoon, Jang Yoon-jung y Hong Young-geun, Corea, 2010), la única película asiática en concurso; o A woman, a gun and a noddle shop (Zhang Yimou, China, 2010) protagonista de la gala inaugural; y entre las premiers nos encontramos con Uncle Bonmee recuerda sus vidas pasadas, de Apichatpong Weerasethakul. Palma de Oro en Cannes, lleva una trayectoria intachable desde su presentación. ¿Qué opinión les merece la película del tailandés?

E.G.: La verdad es que esta película es como un viaje. Normalmente, para ver la mayoría de las películas, si desconoces sus orígenes, su contexto, no pasa nada. Sin embargo, en esta caso sí es importante conocerla antes. Uncle Bonmee es eso, como una visita a Tailandia. No tiene una narrativa al uso, es algo más...experimento visual. Una serie de imágenes que te adentran en un mundo que no conoces. Si pasas esa primera fase...
G.F.: Claro, el director se olvida de la estructura básica del planteamiento, el nudo y el desenlace. Eso ya no existe para el señor Apitchapong Weerasethakul (pronuncia perfectamente). Es como si entráis en una galería de arte y os dejáis seducir por los cuadros; en gran parte, depende tu actitud como receptor lograr valorar la obra.
E.G.: Él nos está contando una parte de su vida, de su experiencia. Y realmente cuando hablas con él consigues ganar mucho más. Descubres cuáles son sus sentimientos, sus profundidades. Pues sí, evidentemente es más compleja de ver para una familia media que, a lo mejor, va al cine una o dos veces al año. Y es normal, porque está mucho más cerca del vídeo-arte que de una película en el sentido más estricto de la palabra.


* ZsaZsa Zaturnnah Zee Moveeh es considerado el mejor musical gay con artes marciales, invasiones alienígenas, zombis y ranas gigantes de todos los tiempos. Basada en uno de los cómics filipinos más famosos de todos los tiempos, Zaturnnah es en realidad un joven transexual que sueña con ser mujer, pero que a raíz de la ingestión de un extraño meteorito puede convertirse en la voluptuosa heroína, que deberá luchar contra monstruos, zombies, y las malvadas lesbianas extraterrestres, todo ello en tono de comedia y musical.
** Anniyan está protagonizada por Iyengar, es un devoto y humilde abogado durante el día, pero por las noches, se transforma en un justiciero asesino (Anniyan) que lucha contra todos los malos elementos de la sociedad cometiendo crímenes espeluznantes. Iyengar intenta que sus asesinatos sean crudos, horribles y artísticos y, para conseguirlo, se inspira en Puranam Garuda (libro de la tradición védica hindú). Su idea es que un asesinato atroz conmocione y cause pavor en la sociedad, para conseguir un despertar de conciencia. Anniyan es el máximo exponente del cine Tamil (región Sur de la India).