martes, 11 de enero de 2011

"Compromiso firme", "alto el fuego con carácter general" o "autodeterminación" son algunas de las cantinelas que retoma la banda terrorista en estos tiempos de revival ochentero para una organización que sigue recréandose entre falsos letargos y bombazos en la T4. Y, ¿qué responde el otro bando, el de la tentativa de sensatez? Pues que el Estado de Derecho no traga. ETA parece ser la única razón que justifica que los españolitos tomen conciencia de la necesidad del acuerdo y del diálogo -el de verdad- para avanzar hacia puertos racionales. Y se agradece, claro; pero no es oro todo lo que reluce. Redactores de El periódico ("ETA da un paso más") o El País ("ETA da un paso más hacia su final"), cegados por la misma chapuza mediática que no debe confundir a nadie. Lo que David Pla, en castellano, y otro par de encapuchados quieren vender no es más que humo con tintes electoralistas. La última señal, y la única en la que debemos reparar, es la entrega absoluta y verificable de las armas y la disolución de la banda terrorista. Basta de entremeses, sainetes y tonadillas populares.